¿QUE
SI SOY DE PUEBLO?
Soy
más de pueblo que las amapolas del campo, más que el tomillo y el romero y que
los pájaros con sus trinos en los trigales mañaneros.
Y
de mote Cuartillo por ser el hijo mayor del susodicho, que de todos es conocido
por todos los rincones del pueblo.
Donde
los días de entierro tienen una afluencia masiva del público y después de
enterrar al muerto a tomarse unos chatos, ya que como dice el dicho: el que
después de un entierro no va a tomarse unos vinos es que su funeral viene de
camino.
Y
de los días de boda menudo poder de convocatoria, como corre el boca a boca
todo el mundo a ver y criticar el modelito de la novia.
Y
de la política local que os voy a contar, si es más importante que la nacional,
donde va a parar.
Los
programas de fiesta no están exentos de la crítica, aunque si las actuaciones
son divertidas la gente aplaude agradecida.
De
los dejes de las palabras y acentos mejor ni te cuento, y de los remedios
caseros que todo el mundo recurre a ellos.
Crecí
corriendo por el campo jugando con los amigos, respirando el aire puro y
bebiendo el agua de sus arroyos.
Salí
a buscar nidos a las encinas y cazar lagartos y ranas, y trepé a las copas de
los árboles para coger sus frutales.
En
pleno verano de mañana temprano escuchar el afilaor y a llegado el melonero,
pescado, merluza, bonito y atunes, el pescaero…
Veranos
de verbenas interminables con noches de estrellas fugaces, en los pueblos con
las fiestas y amigos que son para toda la vida.
Que nadie se meta
con mi pueblo
que es el mejor del
mundo entero
a pesar de la crítica
de sus vecinas
con sus enredos y
comidillas
pero esto es la
salsa de la vida.
¿Que si soy de
pueblo?
Más que las
amapolas
de ése pueblo
campechano y llano
con su lenguaje y
gracejo
de la muy ilustre y
excelsa villa
cuna de arte y
salero
que es Zarza de
Granadilla.
¿QUE
SI SOY DE PUEBLO?
Soy
más de pueblo que las amapolas del campo, más que el tomillo y el romero y que
los pájaros con sus trinos en los trigales mañaneros.
Y
de mote Cuartillo por ser el hijo mayor del susodicho, que de todos es conocido
por todos los rincones del pueblo.
Donde
los días de entierro tienen una afluencia masiva del público y después de
enterrar al muerto a tomarse unos chatos, ya que como dice el dicho: el que
después de un entierro no va a tomarse unos vinos es que su funeral viene de
camino.
Y
de los días de boda menudo poder de convocatoria, como corre el boca a boca
todo el mundo a ver y criticar el modelito de la novia.
Y
de la política local que os voy a contar, si es más importante que la nacional,
donde va a parar.
Los
programas de fiesta no están exentos de la crítica, aunque si las actuaciones
son divertidas la gente aplaude agradecida.
De
los dejes de las palabras y acentos mejor ni te cuento, y de los remedios
caseros que todo el mundo recurre a ellos.
Crecí
corriendo por el campo jugando con los amigos, respirando el aire puro y
bebiendo el agua de sus arroyos.
Salí
a buscar nidos a las encinas y cazar lagartos y ranas, y trepé a las copas de
los árboles para coger sus frutales.
En
pleno verano de mañana temprano escuchar el afilaor y a llegado el melonero,
pescado, merluza, bonito y atunes, el pescaero…
Veranos
de verbenas interminables con noches de estrellas fugaces, en los pueblos con
las fiestas y amigos que son para toda la vida.
Que nadie se meta
con mi pueblo
que es el mejor del
mundo entero
a pesar de la crítica
de sus vecinas
con sus enredos y
comidillas
pero esto es la
salsa de la vida.
¿Que si soy de
pueblo?
Más que las
amapolas
de ése pueblo
campechano y llano
con su lenguaje y
gracejo
de la muy ilustre y
excelsa villa
cuna de arte y
salero
que es Zarza de
Granadilla.
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