EL
ÚLTIMO VIAJE
Ya
compré mi billete
para
ese largo viaje
que
es de ida pero sin vuelta
aún
no se la hora de partida.
Quiero
ir ligero de equipaje
luego
tarde lo que tarde
no
tengo prisas que más da
lo
importante es llegar.
Quizás
mejor que una maleta
cogeré
una cómoda mochila
para
llegar más cómodo a la meta
en
el último viaje de mi vida.
Si
monto en un tren extremeño
el
destino será un tanto incierto
por
culpa de la locomotora o del maquinista
me
puedo ver apeado en la cuneta por avería.
Tomaré
asiento y acomodo
creo
que es un tren sin trasbordo
como
las estrellas fugaces
que
desaparecen en un instante.
Pasan
tan deprisa
que
dejan una corta estela
y
no cortan el mar sino vuelan
como
la canción del pirata de Espronceda.
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