Deportes de riesgo

DEPORTES DE RIESGO

Dice el amigo Franquete con esa vena humorística que le caracteriza, con su voz dicharachera e inteligente que hoy en día el humor es un deporte de riesgo, y de aventura incluiría yo, pues lo mismo nos pasa a los escritores oradores y poetas que parece mentira que a estas alturas de la vida haya tan dura crítica y censura a las letras de prosas y versos.

Lo digo desde mi experiencia en las redes sociales, en las que suelo escribir cada día publicando mis escritos y poesías y siempre hay algún que otro exaltado que me pone de vuelta y media, solo por no comulgar con sus creencias.

Pienso y así lo creo que en el siglo que vivimos debe existir la libertad de pensamiento y que cada uno pueda expresar sin ningún tipo de cortapisas sus ideas.

Como decía Gila nunca quisiera quedarme en el cateto de la boina y el teléfono.

Fui a cursos con literatos y músicos, estreno obras y publico libros, nadie me ha regalado nada, estudio, escribo y todo es producto de mi esfuerzo.

Quisiera ser un poeta de humor, como buen monologuista ventilar la casa de los cómicos, poder usar el humor en mis libros para destilar la amargura y empatizar con el ser humano.

Que las letras de mis escritos fueran un arma de construcción masiva, que despertara conciencias, que gozaran de buena salud, sin que nadie llegara a sentirse ofendido y por estos mismos llegara a ser perseguido.

Ojalá que algún día mi literatura y poesía sean de alta calidad, unas veces letras blancas y otras crueles y brutales, otras con un matiz absurdo y subrealista, sin decantarme por ningún partido político y poder escribir sobre las barbaridades que dicen o cometen cada uno de ellos, de una forma nada agresiva.

Me siento muy comprometido con todas las injusticias y los desvalidos y soy un paladín contra las causas perdidas, cual Quijote y Sancho luchando contra los molinos de viento.

Muchos de mis escritos son para echarse a llorar, unas veces de pena y otras son lágrimas de risa, ya que utilizo una sutil ironía que tanto me caracteriza en el día a día de mi vida.

Ya se sabe que las penas con pan son más llevaderas, por eso a mi por mucho que me disguste las ganas de comer no se me quitan nunca, que es el lema de la familia Cuartilla.

Debajo de la apariencia de todo aprendiz de escribidor hay un filósofo escondido, y esto lo sé porque soy un aprendiz de escribidor más.

Como dice Ray Loriga, en el cultural del fin de semana, me fusilan en un libro y me matan en otro, ojalá yo pudiera, como él ganarme la vida con la literatura, en un país que se publican muchos libros, pero se lee poco.

Ya que puedes tener de todo un poco, hasta plagios, unos escandalosos y otros candorosos.

Parece que es el deporte nacional, los libros plagiar. El domingo es el día de la semana, que matan más hombre que las bombas, lo del plagio me da pena por el sujeto y por el modo que lo hizo, que es por vago.

Soy un aspirante a escribidor tardío, mis libros los publico a una edad no precisamente temprana, más bien cerca de mi prejubilación, resultan de aprendizaje y tanteo.

En mis sonetos me ejercito con versos de arte mayor y menor, dejando de lado las audacias de nuestra vanguardia y dando la impresión de tradicionalismo y retorno.

Quisiera que las letras de mis poemas abrieran ventanas por las que entrara el aire fresco que tanto escasea en la poesía.

Mis escritos viajan incesantemente a través de las redes sociales para que las lean mis seguidores.

Dice el amigo Franquete, gran humorista donde los haya, con palabras de doble lenguaje que el humor no tiene cura y es que hay que andarse con pies ligeros ya que es un deporte de riesgo, y sino que se lo pregunten a los escritores y poetas que cuando escribimos o recitamos poemas y no son del agrado de los que nos gobiernan por no ser de su misma cuerda tenemos que salir por piernas.

Pero a estas alturas de la vida, vengo ya de tantas cosas de vuelta que como por cosas de la edad, lo mismo me dan tronchos que berzas.

La verdad nos hará libres y si te pica que te pique que yo no estoy ya para trotes y el que sea feo que haga los recados de noche.

En mi peregrinar por los escenarios

de más o menos largo recorrido

y a través de las redes sociales

para que gusten mis escritos he procurado esforzarme

procurando que nadie se moleste

siendo la escritura patrimonio de los inteligentes

he procurado siempre hacer feliz a la gente.