Un tópico más
Así como los
cantautores hacen del protestar tópicas a sus canciones, este humilde aspirante
a escribidor y poeta llega a confundir y mezclar los sueños con la realidad y
creo que en eso mismo radica la magia de la escritura.
Me atrevo una
vez más a escribir sin cortapisas denunciando el hambre de mis hermanos y mi
dolor por sus dolores, la desesperación total de los trabajadores, de sus
trabajos en precario por cuatro miserables dineros y de su mujer y sus hijos
que apenas si llegan a fin de mes con un digno sustento.
El soñar no
cuesta dinero y nos hace libres, pero al despertar, la cruda realidad nos
demuestra que no vale solo con soñar y que se necesita de algo más.
Por lo que como
voy a escribir un canto a mi familia, amigos y al amor de mis amores sin antes
por dignidad decir: vivan los pobres trabajadores.
Andando por la
vida, en ese día a día lo que veo a mi alrededor que va ocurriendo o que me imagino
que puede estar pasando, trazo unos garabatos en cualquier envoltorio que tengo
a mano para cuando llegue a casa poder plasmarlo en mi cuaderno de bitácora.
Muchas veces son
como fantasías vividas en cierto tipo de películas de dibujos animados, de esas
que veíamos en la tele en blanco y negro cuando éramos unos niños afortunados.
Benditos tiempos aquellos que puede que no vuelvan.
Comunico a mis
lectores y amigos que las letras que yo escribo no tienen por qué ser siempre
ciertas, que muchas veces según sea el punto de vista con que se vea.
A veces son temas de denuncia otras son ensoñaciones
calenturientas, todo depende del momento y la manera en que las musas a mi
magín llegan.
Pero todas mis denuncias algún tipo de verdad y
enseñanza llevan, tocando la fibra para sensibilizar las conciencias de esa
patronal tan explotadora para que dignifiquen a la clase obrera.
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