Algo de mi
Algo de mí se va
muriendo canta Camilo Sesto, es lo que me pasa a mi cada vez que llega un año
nuevo, a medida que observo lo veloz que pasa el tiempo, creo que es
conveniente pararse un momento con intención de detenerlo, que no corra tanto y
que vaya un poquito más lento.
Hacer un poco de
examen de nosotros mismos, reflexionando todo lo bueno y lo malo de nuestros
actos e intentar en un cuaderno plasmarlo y de vez en cuando leerlo, no echarlo
en el olvido y siempre nuestros actos recordarlos.
Después de esta
introducción creo que he vivido con dignidad, he amado y he sido amado, he
bebido de cada viento, de cada flor, de cada palabra, he ayudado a mucha gente
y por eso creo que mi vida ha significado algo.
Estoy seguro que
al final del camino estará esperándome algo importante porque, caminando con la
mirada alta, es como encontraré mi destino.
La muerte es un
pago a plazo indeterminado que nos llamará a todos, y yo prefiero dejarla para
más adelante.
Al igual que el
hurón que cuando agarra su presa no la suelta hasta lograr el éxito, lo mismo
me pasa con las letras de mi prosa y versos que una vez que tengo una idea no
paro hasta verla plasmada en mi cuaderno.
Como buen
extremeño y nacido en la parte norte soy amante de una buena mesa repleta de
mucho sólido y más líquido.
No me gusta
hablar de política o de religión, ya que no tengo mucha idea y sobre todo,
ninguna vocación.
Creo que un rico
licor y el tabaco es la perfecta conjunción para escribir un buen relato.
En ocasiones no
llego a saber el grado de realidad o de ficción de mis narraciones, pero eso
poco importa. Yo los expreso como reales y eso es que los trasmito como tales.
La experiencia
me dicta que el valor, termina donde comienza el hambre. Y hay muchos
escritores que son especialmente sensibles a la mano que les da de comer.
Muchos colegas
de profesión son como los mercenarios que cambian de ideas como quien muda de
calzón.
Es cuestión de
tocar el punto crítico de cada ser humano; y bien es sabido que todos tenemos
nuestro talón de Aquiles.
Otros se meten
en política de la mano de un partido cualquiera. Es la vía más lógica de trepar
rápido, de ganar dinero fácil, de adquirir protagonismo y de subir en esa
escalera de vanidades.
Un año nuevo que
empieza, ahora que ya pasaron los Reyes y es la hora de las rebajas y de la
dichosa cuesta de enero ya volvemos a la rutina, caras serias y pocas risas,
nos olvidamos de las promesas de fin de año, de todos los festejos navideños y
a tener que seguir aguantándonos los unos a los otros en este año venidero, que
se ha establecido al lado nuestro y vemos nuestra cara de enfado cada vez que
nos miramos en el espejo.
Como si el paso
del tiempo fuese el único culpable de nuestros desaciertos, y es que a alguien
le tenemos que echar la culpa de todo lo nefasto que nos pasa, no queremos ser
conscientes que casi siempre cada uno tiene lo que se merece.
Como canta Sabina: no soy un fulano con la lágrima fácil de esos que se
quejan solo por vicio y si la vida se deja yo le meto mano y si no aún me
escita mi oficio.
Y como además sale
gratis soñar y no creo en la reencarnación con un poco de imaginación partiré
de viaje enseguida a vivir otras vidas, entre las que escojo la del pirata cojo
con pata de palo, con parche en el ojo.
Con cara de
malo, el viejo truhan, capitán de un barco que tuviera por bandera un par de
tibias y una calavera.
Que no soy
perfecto lo tengo asumido hace mucho tiempo, que meto la pata muchas veces y la
mayor parte cuando menos falta hace, pero tengo alma de bohemio, trovador y
poeta me pongo el mundo por montera y empiezo una nueva andadura, procurando
llegar finalmente a la meta asentando las ideas de mi cabeza.
Sin pretender
ser el primero pero sabiendo ir con rumbo cierto, como los experimentados
marineros poder llegar con mi velero cargado de hermosos sueños y deseos
arribar en buen puerto.
Y sin querer ser pesimista
para no amargaros el día
terminaré de escribir estas letras
y luego salga el sol por donde quiera.
Con penas y alegrías
intentaré ser optimista
poniendo a la vida
la mejor de mis sonrisas.
Algo de mí se va muriendo
cuando escribo estos versos
mi voz se quiebra
al componer estas letras.
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