La ocasión la pintan calva
Después de comer mañana día veinte de
marzo cogeré carretera y manta y saldré de Cáceres hacia Valdebebas.
Cuantos nervios contenidos, si por mi
hubiese sido hace unos días nos habríamos ido, pero ya se sabe que donde hay
patrón no manda marinero.
Lo tengo bien claro siempre
recibiendo órdenes, unas veces de nuestros padres y ahora de nuestros hijos.
Que generación más rara que nos ha
tocado vivir, hemos pasado del cero al mil y aquí nunca pasa nada.
Estos tiempos traerán otros y
quisiera vivir para verlos, montarme en el tren y el que venga detrás que
arrée.
Y es que no es cualquier cosa esto de
ascender un nuevo escalón en la vida, lleno de esperanza y alegría voy al
nacimiento de mi primera nieta.
Estoy más nervioso que un flan, este
primerizo abuelo Adrián, con la llegada de ésta pequeña Mata que acelera mi
corazón y alma.
La ocasión la pintan calva para
dedicarle este nuevo poema y luego salga el sol por donde quiera que yo pasearé
a mi nieta Marta por Valdebebas.
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