PRÓLOGO
Hoy treinta y uno de mayo, último día del mes, en esta
mañana de domingo comienzo mi libro número veinte, en el año dos mil veinte y
como es un año bisiesto del que se dice que suelen ser siniestros y tal y como ha
pintado hasta el momento creo que ha sido desgraciadamente todo un acierto,
aunque funesto.
En contraposición desearía que este libro de prosas y poemas
fuese el más acertado de los que hasta ahora han salido de mi puño y nacieran
las más hermosas de mis letras.
Después de que en mis anteriores obras haber recibido
variados elogios y críticas, pero lo más gracioso de todos ellos es que una de
mis lectoras el otro día en uno de mis poemas que dediqué a la memoria de mi
padre Cuartillo hizo el siguiente comentario: Precioso, se nota mucho cariño y
que eres un plumilla.
Yo que siempre he pensado que solo era un simple aspirante a
escribidor y acababan de ascenderme de categoría. Será por el aprecio que me
tiene esta querida paisana y por ser amigos Los Aceos de mi familia Cuartilla,
por lo que le doy las gracias desde estas letrillas.
Para mi es el comienzo de una nueva etapa, sin una hoja de
ruta precisa, con muchas ideas en la cabeza, pero con sus luces y sus sombras.
Cargado de sentimientos y emociones, después de ochenta días
de forzoso encierro, al salir de nuevo a la calle sin miedo, pero con mucho
respeto al reencuentro con amigos y familiares.
De todo lo que vaya pasando iré dando puntualmente cumplida
nota en mis relatos que tengo por costumbre realizar a diario.
Desearía que el mes de junio que mañana mismo comienza fuera
un símbolo de esperanza y que los rayos de sol de esta decrépita y aciaga
primavera, fuesen el punto final de los males que han asolado a toda la tierra
entera y fuesen como un soplo de brisa fresca, que regenerara y nos hiciese
razonar a la raza humana para que sentáramos la cabeza.
Aunque tengo mis recelos ya que lo que veo cuando salgo por
las tardes a dar un paseo, una vez más compruebo que mucha gente no sigue las
instrucciones y recomendaciones que se nos han dado por parte de las
autoridades sanitarias, actúan una vez más con gran insensatez y como dice el
dicho: El hombre es el único animal de toda la naturaleza que tropieza más de
dos veces en la misma piedra y nunca escarmienta.
Ojalá me equivoque y no tengamos que dar marcha atrás
nuevamente, pues no quisiera imaginar que es lo que podría pasar otra vez…pero
algunos piensan y viven tan alegremente que dicen: el que venga detrás que
arrée…..y esto es tan duro de creer.
Después de haber escrito diecinueve libros y más de mil
escritos ojalá que con este que hace el numero veinte para mi fuese como haber
alcanzado la mayoría de edad en éste difícil mundo de las letras.
Dice un tango de
Gardel: Sentir- Que es un soplo la vida – Que veinte años no es nada – Que
febril la mirada – Errante en las sobras – Te busca y te nombra.
Y yo añado:
Que en el mundo de la
literatura
que veinte libros no
es nada
que mi imaginación
calenturienta
errante entre tantos
poemas
te busca y finalmente
te encuentra.
Que con el paso del tiempo blanquecinos van poniéndoseme el
cabello, aunque de vez en cuando tengo alguna laguna que otra en mi cerebro, no
llegue nunca a tenerte en el olvido y siempre para mi seas esa llama encendida
que estas en lo más hondo de mi corazón.
La escritura diaria para mí es como una droga que va
directamente en vena, el mejor de los chutes y sin el que no podría vivir.
Todos los días le doy vueltas al magín y casi siempre logro
escribir cosas de mucha enjundia procurando no perder el oremus, unas
imaginadas y otras reales como la vida misma, pero muchas de ellas con un
cierto toque de ironía, que es una característica especial de toda la familia
Cuartilla.
Durante este confinamiento ya dediqué muchas de mis páginas
a comentar estos luctuosos sucesos, por lo que ahora deseo que este nuevo libro
en lugar de negros nubarrones y tristes atardeceres, mis escritos sean como esa
luz primera del alba al amanecer, estén llenos de alegría y cambiar tristezas
convirtiéndolas en contagiosas risas que alegren nuestras vidas.
Ruego a las musas me ayuden en estos relatos procurando
salir indemne en estos intentos y poder pasar buenos ratos haciendo disfrutar y
gozar a todos mis amigos y fieles seguidores.
Deseando que esta
terrible pandemia
haya sido una cura de
humildad
y después de que esta
patología
que está zarandeado a
toda la humanidad
ojalá nos haga a
todos reflexionar.
Que la salud no nos
falte
después de haber
salido ilesos de este duro combate
para divertirnos
tenemos todo el tiempo del mundo por delante
y el que sea feo que
haga los recados de noche
que a mi bien bonito
que me parió Antonia La Cuartilla, mi madre.
Ahora es tiempo de
reencuentros con amigos
pero sin llegar del
todo a relajarse
guardando las
distancias, besos y abrazos
reir y disfrutar
alegremente
y el que venga detrás
que arrée…jejeje.
La escritura es mi vida y como hablo con ella todos los días
es peligrosa, ya que me puedo enamorar de ella, pero es un riesgo que asumo y
que me encanta.
Después de tantos escritos referidos a este mal bicho que
tanto daño nos hizo en estos largos días de encierro forzoso, hoy quiero que
sea distinto, vienen a mi mente esos momentos que me hacían reir acompañado de
familiares y amigos.
Con estas nuevas letras deseo volver nuevamente a alucinar,
como si hubiese tomado algún tipo de droga que me incita a viajar con la
imaginación cada día y cada noche, desechando inquietudes e intrigas y que las
musas me inspiren letras apasionadas para llegar a la conclusión de que os
tiempos que me quedan por vivir van a serlos mejores.
Ya que por muy mal que estén o hayan estado las cosas,
siempre habrá un pequeño momento para reir y disfrutar.
Ojalá que esta cosa un día termine por pertenecer al pasado
como si fuese un viejo recuerdo y haya dejado de atormentarme.
No quiero y mucho menos deseo vivir de recuerdos y tampoco
de andar pensando en el futuro, después de estos duros momentos pasados, solo
deseo vivir y disfrutar del momento presente, del día a día y del minuto a
minuto que es como se ganan las batallas a las adversidades, disfrutando con
mis seres allegados y mis queridos amigos.
Noticias emotivas
como la que de acabar me llega
de que a nuestro
querido amigo Lázaro le dan el alta
como se nota la
garra, su juventud y fortaleza
las enormes ganas que
tiene de irse pá su casa
la alegría de su
familia y de toda nuestra panda.
Pues yo me alegro un
huevo
y media yema del otro
ojalá no tardando
mucho tiempo
lo celebraremos todos
juntos
con jamón de pata
negra y buen vino de Acebo.
Ya están sacando los
billetes de la empresa
para irse al pueblito
con sus hijos
era lo que decíamos
cuando éramos chicos
en nuestros pueblos y
aldeas.
Que larga es la
espera, para quién espera
pero al final las
cosas buenas llegan
ahora a recuperar
fuerzas en plena naturaleza
disfrutando del
verano y de las cosas hermosas que tiene la vida.
Y de nuestro amigo
Fidel
después de ver tu
hermoso reportaje
dedicado a este
tiempo de Cuarentena por la Pandemia
siendo sus artistas
estelares todos los componentes de esta panda
solo felicitarte por
esta obra maestra.
Una vez más has
logrado emocionarme
por este trabajo
realizado con un amor tan grande
deberías dedicarte al
séptimo arte
estarías entre los
directores más grandes
con algún Oscar
deberían premiarte.
Deseo que las letras de esta nueva obra literaria sean del
agrado de todos mis lectores y disfruten de su lectura al menos lo mismo que yo
gozo al escribirla ya que lo hago con todo mi cariño.
Cáceres, tres de
junio de dos mil veinte.
Adrián Sánchez
Blázquez.
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