LOS ABRAZOS ROTOS
Los aplausos para el equipo sanitario desde los balcones
fue lo primero puntualmente a las ocho de la tarde
seguidamente fue la cacerolada contra el equipo de gobierno
y ahora toca las máscaras sin besos y con los abrazos rotos.
Los abrazos del alma
en tiempos de pandemia
a través de una cortina plastificada
pudimos estar cerca de la familia.
Ni besos ni abrazos
solo saludos desde lo lejos
palabras y miradas
que nos salen del alma.
La nostalgia de los besos y abrazos
con pataditas de los pies y codazos
tenemos que conformarnos
pasando muy malos ratos.
Como nos ha cambiado la vida a todos
en apenas un momento
ha tenido que venir un virus desde el extranjero
para darnos cuenta de lo mal que lo estábamos haciendo.
Y eso que nos creíamos los reyes del mambo
y menudo batacazo que nos hemos dado
si no hubiese sido por los grandes profesionales sanitarios
nos hubiésemos ido todos al carajo.
Ahora que la pandemia parece estar un pelín controlada
es tiempo de poner más remedios y menos medallas
hacer un reconocimiento público
para que no vuelvan a ocurrir estos luctuosos sucesos.
Menos dimes y diretes
entre la clase política
deben ser en estos momentos una piña
si no queremos irnos al garete.
Debemos tener siempre presente
como decía siempre mi padre
que gracias a la labor desinteresada de unos pocos
nos beneficiamos el resto, es decir todos.
Deseo que las letras de estos versos
sean un cálido y rendido homenaje
a todos los efectivos que tanto han hecho
para podernos sacar de este atolladero.
No hay comentarios:
Publicar un comentario