De marchas solidarias

DE MARCHAS SOLIDARIAS

No creo en las marchas rosas

ni de otros colores, ni solidarias

sino en la educación en las escuelas y en las familias

antes de tomar medidas drásticas.

Ya sé que en estas fechas navideñas

afloran nobles sentimientos y vertemos algunas lágrimas

a favor de diversas causas

patrocinadas por varias entidades organizadoras.

El fin es recaudar algunas monedas

de la caridad de las almas buenas

en estas fiestas navideñas

pero mejor sería remover conciencias políticas.

Y de las marchas de violencia de genero

contra los abusos deshonestos

creo que cortando pitos

es el único remedio.

Con tantos recortes sanitarios

y la carencia de enfermeros y médicos

no parece ser el plan más perfecto

para poner a tantos males remedio.

Dejémonos de marchas solidarias

aunque sean por justas causas

y pongámonos manos a la obra

que tanto nos hace falta.

Hay marchas para todo y hasta algún maratón

sabemos que el caminar es bueno para el corazón

pero no hace falta tener motivo aparente

para salir a la calle y pasear entre la gente.