A un pobrecito mollinéa
Siempre
hay algún pobrecito mollinéa
que
mientras más lo maltrata su pareja,
más
cieguecito parece estar por ella
¿será
por cosas de la jodienda?
Ya lo
decía mi abuela María
que
la jodienda no tiene enmienda,
ni aun
jodiendo Dios que la entienda
y eso
que los hombres tocamos a siete y media y la tuerta.
A este
pobrecito mollinéa
le ha
tocado en suerte bailar con la más fea,
y sin
comerlo ni beberlo
sigue
recibiendo desprecios a diestro y siniestro.
Cuando
se habla de violencia de género
solo
se piensa en el maltrato a las mujeres,
pero
hay tantos y tantos hombres
que
en silencio la están sufriendo.
A este
pobrecito mollinéa le pasa lo que decía
aquel gallego
que
no se si voy o vengo,
para
el todos los días son un infierno
salvo
que disfrute con todo esto.
Siendo
militar tiene resignación cristiana
que
gasta con su santa esposa,
que
aun siendo el amo de la casa
la que
lleva los pantalones y galones es su parienta.
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