Se nos escapa la vida
sin quererlo, sin darnos
cuenta
es como el agua que de una
fuente brota
y mis manos no logran detenerla.
Pasa todo tan deprisa
como una ligera brisa,
que nuestro cuerpo acaricia
en estos fresquitos días.
Triste está mi alma
mi mente parece estar fija,
en algo inconcreto, en la
distancia
buscando tu mirada perdida.
Raudas brotan las palabras
por regueros de tinta,
como irán nuestros cuerpos a
la tierra
convertidos en ceniza.
Se queda la alcoba vacía
antes llena de tu presencia,
con cantos de alegría
para componer mil y una poesías.
Se nos escapa la vida
en un instante apenas,
como fluye el agua
hacia la mar lejana.
Quiero vivir cada momento
nada es superfluo, todo es valioso,
por eso quiero honrar a la
vida
llorar con mis lágrimas y
reir con todas mis risas.
Se nos escapa la vida
como el reloj de arena,
sus granos se vacían
al ir contando las horas
vividas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario