A ciertas edades del jubileo
y después de cumplir muchos
años,
lo del amor platónico
nunca debe pasar a segundo
plano.
Si es que seguimos enamorados
escuchando el trinar de los
pájaros,
sentado en el parque, en un
banco
evocando bellos tiempos
pasados.
Los años han pasado volando
y como en aquel primer
momento,
en que me sentí de ti enamorado
aún de tu belleza sigo
prendado.
Nuestros rostros curtidos
por los paseos por el campo,
estos ancianos cuerpos
serranos
deseando llegue el calor del
verano.
Subir a la empinada sierra
bañarnos en esas gargantas
veratas,
en sus refrescantes charcos
mojar nuestros cuerpos
cansados.
Recordar esos años mozos
las pícaras miradas de
nuestros ojos,
a escondidas agarrarnos de la
mano
que bello amor platónico.
Con el paso del tiempo y un
poquito ancianos
pero tranquilo y sereno
nuestro estado de ánimo,
con arrumacos, mimos y cariñitos
viviendo por siempre nuestro
amor platónico.
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