Esta mañana mi alma se alegra
pero al mismo tiempo siente
pena
al escuchar las bellas notas
que va desgranando una
guitarra.
Al ver el cuerpo de la mía
en un rincón abandonada
sus cuerdas estarán destempladas
y mi corazón se acelera al
mirarla.
En su funda muy bien guardada
para que de polvo no coja
nada de nada
toda mustia y desanimada
al comprobar que no me acerco
a tocarla.
Porque siento tanta pereza
al tocar sus templadas
cuerdas
entonando melodías bellas
que me vienen a la cabeza.
Tú que recibes en tu madero
mi quebranto y mi llanto
sabes que no tengo palabras
de consuelo
y que en el fondo por tu
cariño muero.
Estoy deseando llegue el
momento
empiece a animarme de nuevo
y con renovados bríos
seamos el uno del otro un
perfecto complemento.
Sabes que me cuesta mucho
trabajo
poder tocarte durante un rato
se me olvida fácilmente lo
que aprendo
por eso mismo me desespero.
Perdona guitarra mía
si te tengo arrinconada
deseo desaparezcan las penas
del mi alma y mente
para volver de nuevo con
ganas a tocarte.
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