El flamenco es de roja pasión
en una noche de arte , de
buen vino y satisfacción
es una bonita velada de
flamenco
que te quita la tristeza y te
eleva al más alto éxito.
Del buen cante, su savia
de sus letras, su pureza
esa actuación, tan espontánea
el corazón latiendo, a tumba
abierta.
Como los cantes de ida y
vuelta
reinterpretarlos en clave
flamenca
cantar unas buenas bulerías
siendo uno el principal
protagonista.
En este arte cuando te dan
una oportunidad
hay que echarle muchas ganas
y compás
una vez que te la dan,
saberla aprovechar
salir con muchas fuerzas para
llegar a triunfar.
De un buen cante flamenco
envolverlo en un trabajo muy
completo
no hay nada más extremeño
que mezclar palmas y
flamenco.
Cuerdas, cajones y quejíos
el artista buscando su sitio
intentando ganarse el favor
del público
en un mundo tan competitivo.
Con el flamenquito
se crea fanatismo
a la gente se le hace pensar
que el flamenco
es algo tan light como eso.
Nunca se crea afición
del cante grande, del mejor
Camarón de la Isla y Paco de
Lucía
cantes frescos que perduran
en nuestros días.
Ahora se acerca el otoño
se terminaron los festivales
veraniegos
a recorrer peñas empezaremos
para que el flamenco siempre
suene flamenco.
El punto flamenco por la
noche
es todo ilusión y derroche
diversidad de estilos y sus
procedencias
siguen siendo su vanguardia y
referencia.
Lo más complicado de esto
es conseguir que suene fresco
de una manera diferente
capaz de llegar al corazón de
la gente.
Yo había tenido un presagio
de que llegara a realizarse
este sueño
para esto me estoy entrenando
intentándolo sin morir en el
intento.
La pasión y pureza del
flamenco
exteriorizar ese cante jondo
intentando llegar a lo más
alto
recibiendo olés y grandes
aplausos.
( Adrián Sánchez Blázquez )
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