DELIRIOS
DEL CONFINAMIENTO
Con tantos días de confinamiento
empiezo a pensar en las cosas que dejé para luego
dejando que se escapara el tiempo
como arena entre los dedos de mis manos.
Compruebo que el tiempo es un valor en alza
esta siempre presenta y nunca pasa
los que nos marchitamos somos nosotros
el que no lo quiere ver es que esta loco.
De lo que puede pasar el día de mañana
poco me preocupa y no me calienta la cabeza
vivo el momento presente
el que venga detrás que arrée.
Después de todo esto
nunca volverá a ser nada lo mismo
solo el ciclo de la vida prevalece
se nace, se crece, se envejece y se muere.
Creo que después de sesenta y un días
de estar confinado en mi casa
con tantas horas de silencio
es hora de disfrutar del hoy, de cada momento.
En esta racha de amor sin apetito
los besos que perdí por no saber decir te necesito
y la vida siguió como siguen las cosas que no tienen
mucho sentido
una vez me contó un amigo común que la vio
donde habita el olvido
como dicen las letras de unos versos sabineros.
Ya que el mañana es algo incierto
y por culpa de este virus que no muere y nos mata
estos serán los últimos versos que te escribo
y pondré el cartel de cerrado por derribo.
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