TEMBLORES
No se si será
temblor o tal vez tiritera lo que parezco tener muy acentuada en mis miembros
superiores y que parece ser que se va acentuando con el paso del tiempo.
Coraje, rabia y
tristeza me produce la regilera que tengo en mi mano derecha que hace que mi
pulso se acelera.
Solo de pensar
por un momento que llegue a no poder controlarlo, que no sea capaz de juntar
las letras parece que echa chispas mi cabeza.
La taza del café
derribo o lo pierdo por el camino, debo llevarlo en una bandeja para no
quedarme a medias.
Hay muchos días
que al afeitarme la cara debo ayudarme de la mano izquierda para no dejarla con
varios cortes e irritada.
El caso es que
me dice el médico que no es preocupante de momento ya que los análisis son
perfectos y este mal viene de familia y de nacimiento.
Pero le doy
bastantes vueltas a la cabeza y no quisiera terminar como un loco pues de
pensar que un día no pueda escribir la sangre me empieza a hervir.
Para mí el poder
de la escritura es como una droga dura, el contacto con mis lectores hace que
mi vida sea más alegre.
Ahora parece que
despierto de un sueño sin saber el grado de certeza que puede haber en todo
esto y más sabiendo que de poetas y locos todos tenemos un poco.
Espero y deseo que esta bendita locura
que ni escribiendo tiene cura
pueda seguir con todos vosotros compartiendo
cada uno de mis neuróticos y temblorosos versos.
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