INCULTURA Y BRUTALIDAD
De la incultura
nace la brutalidad dijo una vez un sabio y tuvo un acierto pleno.
Ahora con tanto
móvil y WhatsApp perdemos nuestro tiempo, no leemos libros y así nos luce el
pelo.
La lectura de un
libro siempre nos ayudará a triunfar en este competitivo mundo y creo que
siempre podemos rectificar y aún estamos a tiempo.
Es muy fácil
caer en el insulto y la provocación con los medios que tenemos de comunicación,
sin parar por un solo instante a pensar y meditar en lo que en todo esto hay de
mentira o verdad.
Y no me vale el
dicho de a palabras necias oídos sordos que salen de la boca a modo de
exabruptos por alguien que cocea más que un mulo, ya que ser bruto es una
condición y ser ignorante es una elección.
La aventura de
saberse comportar, desde pequeños en nuestra casa nos deben enseñar y no es muy
difícil de aprender sino queremos unos torpes en nuestra vida ser.
Que no te lo
cuenten ni te lo digan esto es real como la vida misma y tendremos que aprender
aunque sea a tropezones y el que venga detrás en lugar de decir so que diga arré.
La incultura tiene cura, lo bruto ni con una limpieza
de brujo se quita
el bruto odia al que sabe, responde con frases vacías
repite lo que escucha porque no tiene ideas propias
¿conclusiones? ¡muchas!
Ser ignorante no es un pecado capital,
no se sabe, pero si se quiere aprender con humildad.
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