martes, 16 de junio de 2015

Crucero por los Fiordos Noruegos

Hoy día cuatro de junio
sin rumbo cierto
en busca de lo desconocido,
en un trasatlántico
partimos para los países nórdicos.

La noche anterior no hemos dormido
con insomnio y bastantes nerviosos
para no perder el autobús que nos estaba esperando,
para salir a Madrid pitando
esta mañana a las siete y cuarto.

Maletas y todo preparado
hasta algún que otro bolso de mano,
y como el clima es tan incierto
llevamos ropa de entretiempo
algo de verano pero bastante más de invierno.

Partimos unos días de crucero
por los fiordos noruegos,
aunque la travesía será larga
y me acordaré mucho de España
deseo que haya merecido la pena.

Después de unos meses de preparativos
y como si hubiese un embarazo,
salgo hacia la aventura presto
sin mirar atrás ni un solo momento
como un gran descubridor extremeño.

De todo lo que allí ocurra
enriquecerá mi vida y tomaré nota,
siendo fuente de inspiración
de algún que otro poema encantador
que ya te contaré querido lector.

Todo mi cuerpo se enerva
mi corazón se escita,
pensando en la aventura
que me espera en esta travesía
desde el punto de partida.

En autobús, avión y barco
para poder atravesar el charco
admirar la aurora boreal y el sol de medianoche,
al norte del circulo polar ártico
con sus majestuosos fiordos noruegos.

Por tierra y aire
se puede ir a cualquier parte,
y a las seis de la tarde
aterrizamos en Copenhague.

En el Scandic hotel
nos alojamos todos de una vez,
en un lugar muy céntrico
de los canales y del puerto.

Dimos un largo paseo
admirando sus bellos monumentos,
sus largas calles peatonales
repletas de bicicletas por todas partes.

Es el favorito medio de locomoción
de la mayoría de la población,
por ser terreno de llanura
se circula sin ninguna fatiga.

Alrededor de las diez de la noche
cenamos a orillas de los canales,
suculenta comida danesa y ricas cervezas
disfrutando de tantas vikingas bellezas.

Día cinco de junio, viernes
salida del crucero de Copenhague,
embarcamos en el Norwegian Cruise Line
y todo el día seis de junio de navegantes.

Día siete de junio, domingo de madrugada
llegamos a Alesund ( Noruega ) a las siete de la mañana,
visita a la ciudad y sus maravillosas Islas Colindantes
atravesar varios túneles y puentes.

Maravillosas vistas del océano
divisamos en Alnes el imponente faro,
un bonito recuerdo para a casa llevarse
después de subir sus ochenta y siete escalones.

Día ocho de junio, lunes a las siete
llegada a Geiranger,
Monte de Dalsnibba y Eagle Road
observar la cascada de las Siete Hermanas.

Las espectaculares vistas de Geirenger
del mundo uno de los fiordos más profundos y grandes,
por una sinuosa carretera de montaña
disfrutamos de lagos, arroyos y cascadas.

Desde el mirador de Flydal
hacemos fotografías para flipar,
la carretera un túnel en espiral
de una belleza sin igual.

Lago Djpratu y Monte Dalsnibba
a mil quinientos metros sobre el nivel del mar,
maravillosas vistas para retratar
y sus cuatrocientos sesenta y cuatro escalones bajar.

Día nueve de junio, martes
llegada a Flam a las nueve,
Cañón Stalheim y Cascadas Trinde
a través del angosto e impresionante Naerasdalen Valle.

Hacemos el recorrido en tren
por túneles hasta el poblado de Gudvangen,
Stalheim hotel, con historia interesante
disfrutamos de té, café y pastelito de nuéz.

Pasamos los poblados de Oppheim y Vinge
hacia la cascada de Waterffal Tvinde,
hacer fotos y caminas hacia la cascada
larga caminata y curvas muy pronunciadas.

Su impresionante escalera metálica
empinada y trescientas escalinatas,
para coronar Stalheim y Sirle con sus cascadas
que alegran las penas del cuerpo y del alma.

Día diez de junio, miércoles
llegamos a las siete a Bergen,
pero como llovía insistentemente
dimos un recorrido rápidamente.

Lugar de referencia para el comercio
y para el transporte marítimo
deambulamos por edificios y callejones
donde se esconden tejedores, artesanos y pintores.

Edificios de madera de mucha belleza
en ésta ciudad la segunda más grande de Noruega,
adoquines, áreas de madera y terreno asfaltado
para llevar un cómodo calzado.

Después un recorrido panorámico
terminamos en el Mercado de las Flores y del Pescado,
con nuestros cuerpos completamente mojados
nos dimos un homenaje de mariscos y pescado en el puerto.

Día once de junio, jueves
navegando y disfrutando del paisaje,
regalos y compras, ver escaparates
cervecitas y tapitas en los bares.

Día doce de junio, viernes
llegada al puerto de Copenhague,
desembarco y llevada de maletas al hotel
y acto seguido tiempo libre.

Pasear por sus bonitas calles
travesía en barco por sus canales,
admirando sus bellos paisajes
y dar casi por finalizado este maravilloso viaje.

Visitamos el más famoso monumento de Copenhague
La Sirenita que inspiró las fábulas de Hans Christian Andersen,
El Palacio y la Hermosa Opera Real
La Casade Valores, Palacio Christianborg y Museo Nacional.

Comimos en el Scandic hotel
aunque me costó hacerme entender,
ya que la recepcionista solo hablaba inglés
y por señas y dibujos me logró comprender..je.je.je.

Era como para haberlo grabado
mejor que un cuadro de Picasso,
pintando bistec, peces y cucurucho de helado
con risas a montones que bien le hemos disfrutado.

Por tierra, mar y aire en autobús, avión y barco fuimos a un crucero a los Fiordos Noruegos, con viaje de embarque y desembarque, siempre con prisas y corriendo para no perder ninguno de los eventos, en el Norwegian Cruise Line trasatlántico, con diversidad de restaurantes principales y otros de especialidades. Con programa de crédito abordo, servicio de huéspedes, excursiones y tienda libre de impuestos, llamadas telefónicas y centro médico, servicio de lavandería, spa y gimnasio para cubrir todas las necesidades de éste bello crucero.
Galería de arte, cine y teatro con diversidad de espectáculos, karaoke y casino de juegos para divertimento de los viajeros.

Todo este espectacular viaje
ha sido bello y gratificante,
el verdor de sus montes y valles
y sus maravillosos  paisajes.

Estos nórdicos países
con sus picos agrestes,
y sus cimas cubiertas de nieve
con sus bellas puestas de sol al caer la tarde.

Cantidad de cascadas y chorreras
discurren por las laderas de sus sierras,
cantidad ingente de flores y variada arboleda
hacen aún más bella esta salvaje naturaleza.

Siempre quedara grabada en nuestras mentes
los lagos y sus hielos permanentes,
esas montañas escarpadas
con sus cortes y quebradas.

Llegar a la plataforma casi extenuados
contemplar las nubes que nos pasan rozando,
huyendo de nuestro lado
hasta perderse en el grandioso océano.

Un viaje rumbo a lejanas tierras
allende de nuestras fronteras,
cruzando mares y montañas
a muchos kilómetros de España.

Dinamarca y Noruega
adoran a sus respectivas banderas,
en todas las plazas y edificios
las colocan con verdadero orgullo vikingo.

De ellos debemos copiar
que la vandera debe ser nuestra enseña nacional,
en cada confín de nuestra tierra
llevarla y ponerla por montera.

A los países nórdicos hemos ido
rumbo a un destino desconocido
por tierra, mar y aire
hemos realizado un inolvidable viaje.

No sé qué más os podría relatar
de ésta maravillosa experiencia
sino dar gracias a Dios por tanta belleza
de la naturaleza de ésta tierra.

Adrián Sánchez Blázquez




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