COMPARTIR UNA
BICA
Compartir todos
los días un rico y calentito café
es siempre una
buena costumbre
desde la hora
de levantarse
hasta la hora
de acostarse.
Con su sabor tan rico que despierta mis sentidos, con ese excitante aroma
que me ayuda a ponerme en forma.
Mis mejores momentos de inspiración poética giran alrededor de una taza
bien calentita, poco a poco y entre pequeños sorbos van saliendo las letras de
mis versos.
Un cafetito negro y fuerte llamado bica por los portugueses, es un corto y
ultra concentrado y que hay que paladearlo en tres sorbos.
Degustar una bica es un auténtico ritual, un verdadero chute de cafeína en
las cafeterías de mi ciudad.
Que son lindos escenarios de tertulias a pesar de la avalancha de turistas,
siendo un referente literario de poetas de todas las partes del mundo.
Café, una bebida contundente, con carácter, que unida a un cigarro en
nuestra ciudad de Cáceres es la imagen de poetas y literatos.
Compartir todos
los días un rico y caliente café
si además va
acompañado de una onza de chocolate
me endulza el paladar
y la mente un buen rato
haciéndome sentir
a otro mundo transportado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario