La vida nos da pocos momentos
para demostrar nuestro talento
debemos sacar al exterior
todo lo bueno que llevamos dentro.
La vida esta hecha de pequeños instantes
para tenerlos siempre presentes
ya que es tan corta y efímera
que acabas de nacer y al poco estas de vuelta.
Todo sucede tan de repente
como en un momento, brevemente
ahora que acabo de conocerte
y ya tengo que dejar de verte.
La vida es como el murmullo de las aguas de un río
que rápidamente llega al fin de su curso
desembocando frenéticamente en el mar
a ese mar donde todos antes o después debemos llegar.
El mar de la felicidad
con sus olas, su olor a salinidad
estar a su orilla, escuchando una caracola
con su rumor, nunca te encontraras sola.
La vida te da billetes de ida y vuelta
corre tan deprisa y sin apenas darte cuenta
antes de haber llegado a la meta
te están haciendo la maleta de partida.
Salimos rumbo a lo desconocido
con los bolsillos completamente vacíos
porque a este mundo desnudos hemos venido
y de la misma suerte partimos.
La locura por la escritura es contagiosa
canto al amor, a la vida y a tantas cosas
a cuál de ellas más hermosa
en mi jardín literario unas veces en verso y otras en prosa.
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